miércoles, 25 de mayo de 2022

ARS MINIMA


I

 

¿El fracaso?

El poeta menor no le tiene miedo al fracaso

No comulga con la idea de fracaso

El fracaso sería el momento en que el ouróboros

Saborea su propia sangre

Que dicho sea de paso es lo único que puede apagar su sed

 

 

II

 

El poeta menor lee literatura

De la misma manera que come una manzana

O se saca los pantalones

Como si fuera no la última

Sino la primera vez

Aunque si pudiera elegir

Elegiría reencarnar en un meteorito, una cueva

O un chita

Cualquier cosa mientras sea capaz de mantenerse

Lo más lejos posible del lenguaje

 

 

III

 

El poeta menor imagina que la historia de la literatura

Es una vagina dentata de dimensiones inconcebibles

Hacia la cual nos dirigimos con los ojos vendados

Tanteando los jeroglíficos en los muros de carne

Apoyados los unos a los otros

Guiados únicamente por los versos que pudimos memorizar

Y por la estela de un olor fuertísimo

 

 

IV

 

Cada vez que escucha la palabra póstumo

El poeta menor visualiza a un senador romano

El más noble de todos los que debaten en el Foro

El más fiel al Emperador

Y por eso mismo víctima de una intriga de envidiosos y corruptos

Por la cual se le terminan confiscando todos sus bienes

Persiguiendo a sus hijos, hermanos, sobrinos, etc.

Quemando públicamente los discursos que en el pasado

La plebe escuchó con un silencio de ultratumba y después aplaudió de pie

Mientras silbaba y clamaba Póstumo! Póstumo!

Pero cuando finalmente su nombre

Ya es casi sombra

Y sus calumniadores le dan a elegir

Entre el destierro y el suicidio

Cuando una esclava agitada le comunica los rumores

En el momento de la verdad

¿Qué creen que decide Póstumo?

¿Qué creen que diría

El poeta menor?

¿Qué hubieran elegido ustedes?  

 

 

V

 

El poeta menor adquirió la certeza de que es menor

Después de un sueño en el que entra a un museo

Invitado por alguien que acaba de conocer

De una modelo o un modelo

No puede saberlo porque lleva una máscara de cuero

Que le cubre toda la cabeza

¿Y qué están yendo a ver?

Todavía no lo sabe pero intentan colarse en una fila larguísima

Aprovechando que, después de esperar

Durante lo que parecen años

Se han formado entre la multitud diferentes clanes

Que están peleándose entre sí para llegar primero

¿Y a dónde?

De a poco alcanza a ver a lo lejos

Un alto pedestal iluminado por antorchas

Rodeado de cuatro estatuas sin cabeza

Que realmente no son estatuas

Sino los verdaderos protectores del cráneo

Del poeta mayor

Un cráneo que da igual

Que haya pertenecido a Dante, a Safo o a Rimbaud

De repente se desata una batalla campal

Quien acompañaba al poeta menor desaparece

En un mar de empujones

Y lo último que el poeta menor puede ver

Es cómo el cráneo cae al suelo y rebota

Entre las piernas de los fanáticos

Como una pelota de tenis

¿Entonces no era un cráneo de verdad?

¿Era una imitación? se pregunta el poeta menor

Al despertar y sentirse como Atlas

Cuando se dio cuenta de que toda la vida

Había cargado sobre sus hombros un cielo imaginario

El poeta menor agradece en un susurro

A nadie en particular

Qué quietud

Cuánta paz trae la indiferencia

El olvido de tus contemporáneos

Poder bailar desnudo entre personas desnudas

Que hablan idiomas diferentes

Y se piden fuego mediante señas

 

 

VI

 

La musa del poeta menor tiene apariencia de bufón

Un bufón que cambia constantemente de nombre

Una semidiosa inubicable que no se dedica a entretener

A ningún rey o reina

Ya que todos ellos

Sin excepción

Trabajan para Solemnidad

La Que Nunca Ríe

Junto con los Medios de Comunicación

Y la Inquisición

 

 

VII

 

Pero nada de todo esto es algo nuevo

¿Quién no lo sabe?

 

 

VIII

 

Cuando al poeta menor le preguntan

¿Qué es la poesía poeta menor?

Suele contestar lo primero que se le viene a la mente

En esta ocasión dirá

Un coche-bomba

Que está estacionado en ningún lugar

Desde la época de las cavernas

 

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